El clásico cóctel Negroni se cree que se originó en Italia, remontándose a principios del siglo XX, lo que lo convierte en una de las recetas de cócteles más icónicas, atemporales y duraderas que existen. Su historia comienza con el Conde Camillo Negroni, quien en 1919 pidió a su barman en Florencia que fortaleciera su cóctel favorito - el Americano - reemplazando el agua con gas por ginebra. El barman también añadió una guarnición de naranja en lugar de la típica guarnición de limón del Americano para señalar que era una bebida diferente. Desde entonces, el Negroni se ha convertido en un símbolo de la sofisticación y el estilo italiano. Elaborado con partes iguales de ginebra, Campari y vermut dulce, ofrece un equilibrio perfecto de sabores amargos y dulces, con un carácter robusto y con cuerpo.
Lo que enfatiza el encanto del cóctel Negroni no es solo su receta aparentemente simple, sino también la ética que encarna: tomarse el tiempo para desacelerar, relajarse y saborear. De hecho, el Negroni se disfruta tradicionalmente como un aperitivo, destinado a estimular el apetito antes de una comida.
El cóctel Negroni también ha inspirado múltiples variaciones a lo largo de las décadas, con sustituciones y adiciones creativas que han dado como resultado toda una familia de cócteles inspirados en el Negroni, como el Negroni Sbagliato, el Negroni Blanco y el Boulevardier.
La elaboración de un Negroni es un arte en sí mismo. Hacerlo implica mezclar cantidades iguales de ginebra, Campari y vermut rojo dulce, luego adornarlo con una cáscara de naranja. Sin embargo, la clave para descubrir la verdadera belleza de este cóctel no reside solo en sus ingredientes, sino en la técnica utilizada para mezclarlo.
Únete a nosotros mientras te guiamos a través del arte de hacer este venerable cóctel aperitivo. Nuestra guía paso a paso está diseñada para ayudar tanto a mixólogos principiantes como expertos a infundir el verdadero espíritu del Negroni en sus creaciones.